Una vez alojadas en un hostal situado en la plaza principal de esta ciudad, bajamos a comer en una terraza de la plaza aprovechando que, después de varios días por fin tenemos sol.
Y es que el frío se puede soportar, pero la lluvia, aggg.
Después de la comida aprovechamos para entrar en la oficina de turismo y allí alquilamos un coche para el día siguiente. Por fin, después de 10 días nos ponen las cosas fáciles para “turistiquear” a gusto.
Ya de primeras encontramos una tienda de ropa de segunda mano donde entramos a curiosear. Me compró mi primer gorro de la temporada.
Pasamos el resto de la tarde dando vueltas por sus calles y haciendo fotos como locas de esta bonita ciudad.
Para terminar el día vemos el atardecer desde una terraza mientras bandadas de cuervos vuelan sobre nuestras cabezas (que recuerdos de Nepal).
Una de las cosas que mas llama la atención de esta ciudad son los tejados de las casas, las ventanas tienen una forma que parecen ojos que te acechan.
Para acabar el día nos vamos a “The gallery”, un restaurante que según la guía tiene “massive soups”, y nosotras con la palabra soup, y pensando en otra deliciosas ciorba, se nos hace la boca agua…No nos lo pensamos dos veces y vamos para allá. Un acierto.
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