domingo, 15 de julio de 2012

Cali. Vuelta a casa

Nos levantamos a las 7 y después de desayunar unas empanadas riquísimas en un puestecillo callejero y dar una última vuelta por la ciudad, nos vamos a la terminal de buses para ir a Cali (14.000p, 3 horas).





La idea en Cali es buscar un hotel para el humano macho y de paso, pasar el día viendo la ciudad Al llegar nos damos cuenta que, por suerte no hace tanto calor como nos habían dicho.

El cielo está nublado y eso parece salvarnos del infierno Desde la Terminal cogemos el bus hacia el centro. Y...menudo susto de ciudad. Todo lo malo y feo de Colombia estaba allí concentrado. Nadie normal por la calle. Solo “sin techo” y drogadictos.


 Teníamos una sensación de inseguridad que no habíamos tenido en ningún otro sitio de Colombia, ni siquiera en zonas "rojas". Buscamos rápido un hotel y nos vamos a pasear, preguntándonos que hacíamos en esa ciudad Paramos a comer en una tienda de arepas mientras buscábamos una zona más normal. Al final acabamos en un cyber para perder un poco el tiempo.
Pero ocurrió el "milagro". En una de las paradas vimos a lo lejos una iglesia y nos dijimos: vamos para allá y de pronto encontramos un barrio normal, con familias, niños, vida enfrente de la iglesia de San Antonio, había un pequeño parque lleno hasta los topes de gente animada y festiva.

 Ni punto de comparación con la otra zona. Estuvimos allí hasta que anocheció. Nos tomamos nuestro juguito de despedida y volvimos al hotel a coger nuestras cosas.

Estuvimos haciendo tiempo en el hotel y, poco antes de salir, bajamos a comer alguna cosilla en un puestillo callejero. Sorprendentemente por la noche la zona parece un poco más normal A las 9 llamamos un taxi y la humana hembra y yo nos vamos hacia la terminal. El humano macho se queda en Cali, aun le queda un mes de viaje por delante conociendo el resto de la maravillosa Colombia

Nosotras mientras tanto tenemos por delante un buen viaje. Bus nocturno Cali-Bogotá (62.000p, 10horas). Y luego a perder el tiempo entre estaciones y aeropuerto. El avión sale a las 5 de la tarde sin retrasos ni problemas Nos quedan por delante 10 horas de avión, y cuatro horas más de bus hasta casa

sábado, 14 de julio de 2012

Silvia

A las seis sale el bus para Popayán y, al igual que a la ida, tardamos unas 5 horas en llegar. Esta vez tenemos una anécdota interesante.

Cuando llevábamos un rato nos para un retén del ejercito y obligan a bajar a los hombres. Las mujeres y los niños seguimos dentro del bus. El ejército nos pide pasaportes y cedulas.A los chicos abajo los cachean e investigan sus nombres. A nosotras nada de nada. Al cabo de un rato suben todos y nos ponemos de nuevo en marcha. Sin incidentes de ningún tipo.

Supongo que estaban buscando algún militante de las FARC. Esa noche nos enteramos de que un avión militar se había estrellado y sospechaban que había sido terrorismo. Al final creo que fue solo accidental.

Como llegamos temprano a Popayán, decidimos irnos a Silvia a pasar la tarde.



Silvia es famoso por su mercado indígena de los martes. Pero al ser sábado no hay nada de interés. Después de un breve paseo por el pueblo volvemos a Popayán con paradita en Piendamo, que no tiene interés pero sí que tenía mucha animación callejera. Decidimos hacer la cenita a base de "tapas"




Ya en Popayán,un juguito como postre y al hotel a dormir. Es nuestra última noche juntos.

viernes, 13 de julio de 2012

Tierradentro en todo su esplendor


Nuestra excursión diaria empieza a las 8 en el museo que vemos bastante rápidamente. Después nos vamos a la primera parada, el Alto Segovia que está a unos 30 minutos del museo. Es el más importante en lo que se refiera a hipogeos. Están muy bien conservados y además son los únicos que están iluminados artificialmente.



Estamos bastante tiempo investigando todas las tumbas y nos ponemos en camino a la siguiente parada, El Duende, a unos 20 minutos de allí. Las tumbas del Duende no están mal, pero no tienen nada que ver con las del Alto de Segovia, ni tan bien conservadas ni iluminadas.


Llama la atención que cada yacimiento tiene un guardia que informa de los turistas que van de un sitio a otro. Todo por llevar un control de seguridad. Más tarde nos enteraríamos de que ese día había 5 turistas visitando la zona. Para nosotros una maravilla, pero para la economía de la zona...una lástima porque el lugar merece una visita tanto por las tumbas como por el paisaje.



Después del Duende nos vamos hacia El Tablón, esta vez unos 45 minutos de caminata por camino llano. El Tablón es un conjunto de esculturas del estilo de San Agustín. Las vistas desde aquí son maravillosas




Acabamos la primera zona y nos vamos al pueblo a comprar agua y algo para picar por el camino.

"Moneando el palo"

La segunda zona es menos visitada. La primera parada es el Alto de San Andrés cuyas tumbas son del estilo de las de El Duende y que está a unos 30 minutos del pueblo.

Llega la parte más dura, subir al Alto del Aguacate. Aunque al principio no a todo el mundo le hacía demasiada gracia pegarse una larga caminata cuesta arriba, al final ganaron las ganas de ver las vistas y empezamos la caminata.


Al final la excursión estuvo muy bien, el camino no era tan duro como parecía al principio. La mayor parte del camino es por sendero entre campos de cultivo. Fuimos bastante rápido, porque no llegó a costarnos hora y media e hicimos paradas bastante largas



Las vistas desde arriba son increíbles. Hay una serie de hipogeos pero no están bien conservados. La mayoría están derrumbadas, sin coloración ni nada. Lo bueno es que uno se siente un verdadero aventurero al entrar en tumbas semiderruidas.


Como sabemos que bajar se demora más de una hora, a eso de las 5 nos ponemos en marcha para que no nos pille la noche en el camino

Llegamos a “casa” cuando ya es de noche y lo primero que hacemos es tomarnos un litro de jugo para reponer los líquidos perdidos.

Nos damos la merecida ducha y nos vamos a cenar. Esta noche la mujer se lamenta diciéndonos que se ha quedado sin arroz y sin patacones y solo puede ofrecernos patatas fritas. Así que "por desgracia" nos tomamos una pechuga a la plancha con patatas fritas. Mejor cena imposible.

Nos vamos pronto a dormir ya que tenemos que madrugar y estamos reventados.

Nos ha encantado Tierradentro