miércoles, 20 de julio de 2011

Día 20.Efeso y ¿porque hay gente tan maleducada?

Bajamos a desayunar y preguntamos en recepción si saben si hay excursiones a Efeso y nos dice que, casualmente hay una excursión para ese mismo día (suerte que tiene madrugar) que incluye varios destinos. Es bastante interesante así que la contratamos.
La primera parada en la casa de la Virgen Maria, lugar donde se supone que vino la Virgen después de morir Jesús y donde vivió hasta su muerte. Ahora hay un santuario en memoria.



La gente coge agua bendita de una fuente, pide deseos en un muro…


(AQUI ME TENEIS HACIENDO TODAS LAS COSAS QUE MANDA LA TRADICIÓN)


Se nota que ya estamos en la zona turística de cruceros, ya que caminar en prácticamente imposible (foto demostrativa del exceso de población)
Habíamos quedado con el guía en el parking en 20 minutos, pero una parte del grupo no aparece, la familia rusa que iba a su bola total y absolutamente. El pobre guía se fue a buscarlos y no los encontraba y nosotros como tontos esperando. Al cabo de un largoooo rato (cuando a ellos les apeteció) se dignaron a aparecer pero, ni una disculpa.
Luego bajamos a Efeso y comenzó la “tortura”. El calor ya era interesante y el grupo iba a una velocidad del caracol (en parte debido a los retrasos que provocaba la familia cuando desaparecía). Aburrida de no entender nada (el guía era en ingles), de la lentitud y del exceso de calor, al final me separé del grupo y me dedique a hacerlo a mi aire.





Efeso es precioso, pero verlo en esas condiciones de calor (yo creo que fue donde mas calor pasé de todo Turquía), con tanta gente que no podáis ni caminar…lo desmerece bastante, sobre todo si lo comparas con el placer de Afrodisias.





Ya de allí nos llevaron a comer a un buffet (fresco por fiiin) y al museo.
El Museo es majo y tiene expuestas varias piezas que estaban en las ruinas. Nos dan 30 minutos para verlo, pero “la familia” vuelve a fastidiarnos el plan. No se muy bien porque el guía no les decía algo. Porque mal que ellos fueran lo peor, pero el guía podía haberles dicho que nos teníamos que ir, digo yoooo.
Tres de las chicas que venían (una por cierto igualita a la Rudi, jeje) le dijeron al guía que ellas tenían que coger un tren así que las acercamos a la estación. Hubo suerte porque la familia también pidió quedarse en el hotel. Aunque ya era la hora, le dijimos al guía que nos tenía que llevar al templo de Artemisa así que allí que nos fuimos.
Del Templo de Artemisa (una de las 7 maravillas de la antigüedad), solo queda una columna que en la actualidad tiene un nido de cigüeñas. Está en una zona de reserva de aves así que tampoco se puede arreglar más.
Nos devuelven ya al hotel, así que para quitarnos el calor y el sudor del día nos vamos a la piscina. Pasamos un buen rato, aunque ya no tenemos tanta suerte de disfrutarla para nosotras solas.
Ya en el hotel nos ponemos a buscar hotel en Edirne, nuestro siguiente destino. Búsqueda algo infructuosa porque apenas tiene hoteles que se puedan reservar por internet.
Para cenar volvemos al restaurante del día anterior.

2 comentarios:

  1. Lisa y llanamente, que envidia jajaja, no imagino, no alcanzo a concebir creo con certeza la sensación de placer que debe sentirse al estar en esos lugares tan mágicos, que precisamente no te hablan de magia para nada sino de historia, pura, exclusiva y bella historia. Afrodisias se ve fascinante, lástima que el templo mismo de Afrodita apenas tenga algunas columnas en pie, el único templo dedicado a ella del cual encuentro fotos en internet; en cuanto a Éfeso, ya sea la biblioteca con su fantástica fachada o la solitaria columna del templo de Artemisa también debe de ser genial, te compadezco por el calor, cosa que detesto jajaja, pero más que nada por la familia rusa con la que te tocó viajar, ellos también tienen una cultura hermosa pero aquí no se lucieron precisamente. Excelente artículo y fotos, saludos.

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    1. Muchas gracias por tu amable comentario. La verdad es que Turquia merece la pena, hacerlo a tu aire es muy gratificante y seguro. Era la segunda vez que viajaba y, cuando ves un pais por segunda vez lo ves de otra forma. Hay cosas que me gustaron más (Pammukkale) y otras menos (Mezquita AzuL, más por el ambiente que por el edificio en sí)
      Y como siempre lo que menos me gustó, y no pararé de comentar, la mala educación de muchos turistas que se creen que pueden hacer lo que les de la gana, digase la familia rusa, el grupo de estudiantes con el que coincidimos en el trayecto Pammukkale-Selçuk, una horda de turistas que hacian lo que les venia en gana en la Mezquita Azul y no mostraba el más minimo respeto por las costumbres (mujeres que se quitaban el pañuelo, turistas que hacian fotos a la gente rezando, gente que se metia en la zona de oración..y así un largo etcetera).
      En fin , pero Turquia merece la pena, y la comidaaaaaa, ummmm.

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