Monika nos lleva a desayunar a un restaurante local donde
comemos arepas de queso (superbuenas) y huevos pericos (revueltos con tomate y
cebolla).
Este día no vamos solas, nos acompaña
una familia de Bogotá que va con su guía. Así que vamos un grupito un poco más
grande que es día anterior.
La primera parte del recorrido
es igual que el día anterior, hasta que llega un momento en que nos desviamos
por una zona de pastos. Después de caminar un rato por zona de pastos viendo a
las vacas pastar, nos adentramos en zona de selva donde casi no se ve el
camino.
Estamos caminando un buen rato
hasta llegar a Los estrechos, la zona de Caño Cristales que es de color verde.
Esta vez no encontramos Macarenias sino una planta de color verde esmeralda (la foto no lleva filtro de ningún tipo).
Hacemos una larga parada para
darnos un refrescante baño, cosa que se agradece porque hace calor e ir con
ropa de manga larga no ayuda mucho para ir fresco. Esta vez nos bañamos todos,
incluso los guías. Agradecemos haber llevado gafas de buceo porque el fondo es
algo precioso (sobre todo en las zonas de Macarenias).
Ya fresquitos, volvemos a
ponernos en camino selva a través hasta llegar de nuevo a la Piscina del
Turista y a la Cascada de la Virgen. Esta vez atravesamos el río y seguimos por
el otro lado durante un buen rato hasta llegar a los Pianos y a la Cascada del
Amor donde paramos a almorzar después de otro refrescante bañito (esta vez bajo
una cascada).
Un ratito para descansar, dormir
una siesta o investigar por los alrededores (otra vez la pobre guía tuvo que ir
a buscar al humano macho que se retrasaba más de la cuenta en volver de su
periplo aventurero).
Ya no solo los sitios famosos
son bonitos, Caño Cristales es bonito en general, cada tramo del río es más
bonito que el anterior. Es tan curioso ver un río de color rojo que no podemos
evitar hacer fotos cada dos por tres. Es una excursión que sale algo carilla, pero
creo que merece la pena.
Después de la parada volvemos
por el mismo camino hasta la Piscina del Turista donde nos damos el baño final
de la jornada antes de volver a La Macarena (con cruce de rebaño de vacas inclusive)
Después de un paseíllo por el
pueblo, nos vamos a cenar al mismo sitio donde hemos desayunado. También una
cena muy rica, patacón con pechuga a la plancha
amenizados con la charla de la familia colombiana (que cenaba en el
mismo lugar), luego a tomar un heladito y al hotel a descansar.
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