viernes, 2 de diciembre de 2011

Hoi An

Hoy es nuestro último día en Hoi An así que dormimos un poco más y nos vamos a recorrer el pueblo. Hoi An es un pueblo tranquilo, con mucho encanto (sobre todo por la noche cuando se encienden los farolillos de seda). Cogemos el boleto turístico y nos vamos a ver los sitios turísticos. ).


La verdad es que los destinos turísticos no me gustan mucho y podíamos haber prescindido del boleto ya que nunca entenderemos que interés puede tener ver el interior de la casa de unos habitantes, que si, tienen un portal bonito y antiguo, pero el resto… Al final resultó que no elegimos bien lo que podíamos ver (con el boleto se pueden elegir 4-5 puntos de interés). Pasamos todo el día paseando por sus bonitas calles, comprando las últimas cosas (farolillos de seda y adornos varios

Los restaurantes del centro son carillos, aun asi entramos en uno por no desplazarnos hasta NUESTRO restaurante. Menudo chasco, ya que salvo el batido de chocolate, el resto dejaba mucho que desear. De nuevo, callejeo hasta la hora de la cena.


Como el taxi nos viene a buscar sobre las 8, aprovechamos para cenar en nuestro restaurante (donde nos dan un regalito de despedida en forma de pastelitos, que majas). Y ya nada, vamos hasta el aeropuerto y a esperar hasta que salga el avión. El vuelo se hace corto pero entre que el vuelo salía tarde y el taxi del aeropuerto al centro, llegamos a Hanoi pasadas las 12. Como teniamos la tarjeta de un hotel en Hanoi le decimos al taxista que nos deje allí. Nuestro gozo en un pozo, no encontramos nada. Los hoteles están cerrados a cal y canto y al final nos cuesta encontrar uno que este abierto. Por suerte estamos cerca de la zona turística y hay gente en la calle. Entramos al único hotel que está abierto y por suerte tienen dos habitaciones dobles. Es caro, pero es tarde y estamos cansadas de tanto viaje. Mañana será otro día.

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